“Una fábrica de sonidos llamada Pink Floyd, una auténtica máquina cósmica. Los surcos abiertos por ella son perdurables y profundos” (1)
Así describió el autor barcelonés Jordi Sierra i Fabra al fenómeno sonoro británico que irrumpió en el mercado musical a finales de los años 60 e inicios de los 70. Pink Floyd, una banda y pilar fundamental de la enorme torre que consolida la llamada música progresiva, donde también militan otras agrupaciones contemporáneas a ella como Yes, Camel, Emerson Lake & Palmer y King Crimson, por cierto coterráneas a la misma.
Complejos sucesos enmarcaron esa época: Vietnam, la alucinación por el LSD, Woodstock y su propuesta de tres días de música, paz y amor, la píldora anticonceptiva, la emancipación de la mujer en busca de espacios solo ocupados por hombres, el ser hippie como un ciudadano del momento…, en fin, los sonidos de la época debían evolucionar, y Pink Floyd se abrió caminos profundos y perdurables como ya lo había señalado Jordi Sierra i Fabra.
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Pink Floyd, río interminable de imágenes sonoras
Corría el año 1973, contaba con 13 años, y fue un sábado en Caracas cuando escuché por vez primera un tema de Pink Floyd.
Caminaba y de pronto escuché la transmisión de una radio, donde un locutor describía un tema y la banda que lo interpretaría, y lo narraba como un viaje cósmico, mágico y trascendental. El tema Dale brillo a tu diamante loco, desde entonces, quien les escribe se sumergió en la obra de esta maravillosa banda.
Otro suceso personal relacionado con Pink Floyd se dio en un espectáculo donde los juegos de luces, combinados con mágicos acordes en un lugar no menos fantástico, prometía ser un viaje a un universo lleno de sorpresas y majestuosidad.
Laserium tenía por nombre, y el accionar de rayos láser proyectados en la cúpula de El Planetario Humboldt en el Parque del Este (ahora Parque Generalísimo Francisco de Miranda) en la ciudad de Caracas, empleando la musica de Vivaldi, Mozart, Tangerine Dream, y por supuesto a Pink Floyd como fondo musical del espectáculo.
Por supuesto, la comunión entre el sonido de la banda e imágenes continuaron, no más revisemos su historia y se comprobará que la obra de Pink Floyd se presta para complementar espectáculos de luces, colores o soundtrack de diversos filmes. Su tercer álbum, de nombre More de 1969, fue empleado por el director Barbet Schroeder para su película homónima al álbum, More (2). El mundo de las drogas y los intríngulis relacionados con sus consecuencias.
Para 1972 publican el séptimo trabajo discográfico, Obscured by clouds, que fue empleado por el mismo Schroeder en un film franco estadounidense dirigida de nombre El Valle, cuya historia se centra en la influencia de una tribu Mapuga de Papúa Nueva Guinea sobre unos hippies a encontrar un paraíso ubicado en un valle “obscurecido por las nubes”.
Lo interesante es que la banda sonora fue grabada durante las sesiones de estudio del álbum Dark Side of the moon (3), el trascendental trabajo que permitió a Pink Floyd lograr record en cuanto a permanencia en ventas en el tiempo, dado que dicho álbum se ubicó en el primero en la historia en permanecer 950 semanas en el top 200 de las listas Billboard (4).
Para 1982, bajo la dirección de Alan Parker y con guión del mismísimo Roger Waters, se presenta la película The Wall, con soundtrack del álbum homónimo de Pink Floyd. Controversial y hasta inentendible para muchos, se comenta que es una aproximación de la propia vida de Waters, y, según Parker, sólo el mismo Waters entendió la obra. Cada situación forma un ladrillo en la pared metafórica que Pink (personaje central de la obra) construye alrededor de sus sentimientos (5).
Y recientemente, el cineasta y director británico Ian Emes en 2019 publicó un video donde se puede disfrutar de una serie de imágenes acompañadas por los temas del último álbum The Endless River, otra aventura de Pink Floyd. El espacio y la naturaleza en primer plano, mostradas con una lentitud alucinante, asombrosa, llamativa, cuyos colores y formas son complementadas con las diversas canciones bajo la interpretación de Right, Gilmore y Mason.
Referencias:
- Jordi Sierra i Fabra, J. (1976). Pink Floyd: Viaje al sonido. Música de nuestro tiempo.
- https://bit.ly/3vYn31T movie 1969
- https://www. Filmlink.org. >films
- https://wikirock.net>noticias
- https://bit.ly/3uYPtaW
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source https://lacarnemagazine.com/pink-floyd-rio-interminable-imagenes-sonoras/
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